Aquellas que padecemos el síndrome del cabello "rebelde" (por no decir de mierda) odiamos a las actrices sin gracia, que encima de tener un pelo esplendido, se jactan de tener problemas porque lo ven opaco o con poco volumen.
Las invito un día lluvioso de verano a pasar una tarde conmigo y mi cabello a ver que si cambian de idea. Que caraduras chiquitas, disculpen pero no da!
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