sábado, 20 de noviembre de 2010

Imagen triste

Hace calor en Buenos Aires y un un grupo de niños de entre 10 y 12 años juega animadamente a la pelota en la  plazoleta del Palacio Pizzurno. En paralelo y bien cerquita de ellos, cuatro Jóvenes bien trajeados de entre 25 y 30 años (bastante bonitos, por cierto) se disponen a almorzar en un rincón de la plaza. Los seroñoritos no charlan de mujeres, ni de jefes,  ni de autos, de hecho no hablan de nada. Lo único que hacen es ver la pelota correr.
Miran con ojos tristes, con ganas de sacarse las corbatas y gambetear a los purretes. Miran con envidia, pensando de a ratos en los pagos atrasados del teléfono celular.
Miran como si fueran cuatro condenados a la horca, porque saben que nunca más algo así les va a pasar.

2 comentarios:

C. dijo...

Muy buena descripción! Probablemente, después arreglaron para hacer un picadito con amigos y se propusieron mantenerlo una vez por semana... pero, bueno, ponerle horarios a la diversión es todavía más adulto y triste que la imagen que contás...

Lau dijo...

Totalmente de acuerdo, sin embargo conozco a varios grandulones de esos que religiosamente se juntan entre semana para hacer picadito.
Esas son esas cosas que las chicas nunca vamos a entender...