martes, 9 de noviembre de 2010

Rap de las Hormigas


Nunca entendí la absurda necesidad de entrar a tu casa a tan tempranas horas de la mañana. Debe ser  el morbo de verte con los ojos pegados y llenos de lagañas. 
Como nunca había tenido problemas de plagas, JAMÁS me ocupé de despertarme temprano, pero durante el primer mes en mi nueva casa, noté que había subestimado la presencia del FUMIGADOR. 

Los primeros días observé el cartel con la fecha de la próxima visita en el ascensor. Intenté sin buenos resultados recordar la fecha exacta del día indicado, pero fallé en el intento.
Al segundo mes comencé a observar que ciertos inquilinos merodeaban  mi cocina y mis plantas. 
Es bien sabido que la importancia de recibir al fumigador en un edificio de propiedad vertical, radica en la necesidad de liberar tu zona de las hormigas,de manera tal que las que huyan de otros pisos, no vayan todas a parar a tu casa. Caramba, caramba, nadie me había anoticiado de semejante novedad!!  
Para esa altura era claro que yo era víctima de mis vecinos, que se pegaban flor de madrugones  para recibir al  desintoxicador con los primeros rayos de la mañana.
Al tercer mes (un poquito asustada) opté por ponerme el despertador, lavarme la cara, vestirme con mi mejor pijama y esperar a que el buen hombre vea mis platos sucios,los secretos de mi baño y de paso desinfecte los oscuros zócalos de mi casa ocupada. Jamas apareció el muy turro!!!!
Para esa altura mi casa no era más mi casa. La azucarera era asediada  por las hormigas que iban De La Cama Al Living y aparecían en lugares insólitos como la bañadera, la tele o la mesa de luz.
Compré todo tipo de productos que sólo funcionaban como métodos paliativos. Me iba de casa tranquila, pero pasadas las 12 hs.  temblaba pensando en encontrarlas despanzadas en mi propia cama.

Finalmente y luego de 4 arduos meses, logré la semana pasada recibir al fumigador que me quitaba el sueño y HOY gracias a dios, también a las hormigas!!!

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