jueves, 23 de abril de 2015

Autoboicot


Llegué hace un mes y puchitos a Buenos Aires y básicamente todo me sale mal. No son cosas graves, son pequeñas cositas muy tontitas, pero que  me acompañan y hacen miserable mi estadía en la Ciudad la furia. Desde cortes de luz indiscriminados en mi casa, hasta olvidarme un montón de cosas en puntos de la ciudad ridículos, tipo me olvide las llaves de mi casa en Saavedra, me fui en bici al centro y me dí cuenta que no las tenía en la puerta de casa en Chacarita. Gasto plata en desbloquear celulares que no sirven, me CAI DE LA BICICLETA!!!!, de no creer, no me caía desde hacía por lo menos 3 años, lo peor es que fue de torpe, apenas salía de mi casa. Sola, me tropecé conmigo misma arriba de la bici, terminé toda magullada. La lista de actos vandálicos contra mi persona sigue y sigue.  Mi pésimo estado de animo no ayuda, con lo cual me la paso llorando si de pronto se me rompe una caja de huevos en la heladera.
Mis torpezas me acompañan y lo sucedido ayer me supero completamente, creo que  con esta toqué fondo.

Ayer salida de una clase de la Maestría, llamé a  una amiga para proponerle una cura de alcohol. Me atendió llorando porque le habían negado un crédito, así que me fui desde el centro hasta plaza Irlanda arriba de la bici. Charlamos mucho, redactamos mails de trabajo, pensamos ideas, hicimos catarsis, tomamos mucho vino y hasta hicimos planes para empezar clases de swing. Llegadas las 2 am decidí partir a mi casa. Borracha me subí a la bici y recorrí la solitaria e inofensiva Buenos Aires en una madrugada hermosa de jueves. Mágico, las calles solas para mi. Llegué a casa abrí la puerta, llamé al ascensor,  en la espera creo que me mire en el espejo y me dije algo al oído, algo buena onda, como si ya hubiera superado todo lo malo de mi semana. Llega el ascensor, abro la puerta y todo se oscurece. Dejo caer las llaves de mi casa por el hueco del ascensor. Así como lo escuchan. Eso amigos,  eso se llama AUTOBOICOT!

Nota: El único juego de llaves extra de mi casa, estaba en casa. Bien guardado, en el segundo cajón de la cocina. JE

lunes, 20 de abril de 2015

SI

Mereces un amor que te quiera despeinada, con todo y las razones que te levantan de prisa, con todo y los demonios que no te dejan dormir. Mereces un amor que te haga sentir segura, que pueda comerse al mundo si camina de tu mano, que sienta que tus abrazos van perfectos con su piel. Mereces un amor que quiera bailar contigo, que visite el paraíso cada vez que mira tus ojos, y que no se aburra nunca de leer tus expresiones. Mereces un amor que te escuche cuando cantas, que te apoye en tus ridículos, que respete que eres libre, que te acompañe en tu vuelo, que no le asuste caer. Mereces un amor que se lleve las mentiras, que te traiga la ilusión, el café y la poesía. 
Frida Kalho



viernes, 17 de abril de 2015

Linduras en el subte.

Ayer me fui a recuperar energías a casa de mi amiga Marie.
Mirando su biblioteca encontré un libro de Eduardo Galeano que no había leído: "Días y noches de amor y de guerra".  Esta semana que nos enteramos de la triste noticia de su muerte, todos nos acordamos de un montón de bellas palabras de nuestro hermoso escritor yorugua.
Me llevé el libro con la promesa de una pronta devolución.
Hoy tocó salir en subte por la mañana. Iba sentadita y me dispuse a empezar la lectura.
A mi lado había un niño de no más de 15 años, muy bien vestido y con un maletín de oficina. Noté perfectamente el momento en el que él niño me empezó a acompañar en la lectura. Estaba muy compenetrado leyendo historias de desaparecidos en argentina. En la estación Pueyrredón, justo dos estaciones antes de mi bajada, el niño-señor me preguntó de quien era el libro y como se llamaba. 
Cuando se lo dije, me dijo: "muy lindo, voy a buscarlo, gracias".
Me pareció hermoso, fue un viaje de lectura contagiosa. 
Era un nenito, era muy chico. Me inventé una historia. Pensé; y si Galeano ahora le cambia la vida, y si acá empieza una sinfin de ideas que vuelen su cabeza!? no se, me acordé de mi a esa edad, y de como sus lecturas me abrieron el camino a Latinoamérica.

Esa pequeñez me alegró el día, la semana y espero que me duré la alegría para sobrellevar esta mala racha.

jueves, 16 de abril de 2015

Un deseo

                       Quiero contar hasta tres, olvidarme de todo y despertarme mágicamente acá...

Cabo San Juan, Parque Nacional Tayrona, Colombia.

miércoles, 15 de abril de 2015

La vuelta

Pensé que este blog estaba liquidado, pero los clásicos nunca mueren y de alguna manera este blog siempre fue un pequeño espacio donde hacia mis descargos de la vida. Je. Y hoy es un buen día para sacar mi mal humor y ver si esto me ayuda a pensar mis problemitas, jaja.

Hace mucho salí de viaje, en diciembre del 2013. Viaje mucho, desde México a Chile, pasando por toda la bella Centroamérica y caminando la cordillera de los Andes. Muchas cosas pasaron, que no puedo exponer en este pequeño post. El viaje cambió mi vida, mi forma de mirar las cosas. Aprendí a estar realmente sola, bah, en realidad siempre estamos solos, pero esta vez se materializó en todos los aspectos de mi vida. Conocí personas increíbles que me cambiaron la vida, y hermanos que la vida me regalo de diversas nacionalidades y digo hermanos pensando en que las ideas si uno las repite nunca mueren. Quisiera que todos ellos sigan acompañándome de alguna manera en mi camino. Se que es una tarea difícil, pero hago el intento, hacemos mejor dicho, ellos y yo.

Quise volver, estaba cansada, necesitaba descansar. Pero ahora que ya estoy acá instalada puesta en funcionamiento, siento  que con cada día que pasa, pierdo una oportunidad. No hay nada en esta ciudad por ahora que estimule mis sentidos. Mi cámara de fotos, que fue la gran compañera de mi viaje, duerme en un cajón de mi vieja casa de chacarita. Y eso que la extrañé, a Buenos Aires digo. Soy porteña de ley, y ciertos aromas de Buenos Aires me cautivan en mis recorridas en bicicleta, pero así y todo Buenos Aires y su gente me pesa. Maria Elena Walsh en su tema "Serenata para la tierra de uno" lo dice clarito y sin rodeos, por supuesto que lo hace en un contexto de dictadura y lo piensa con absoluto dolor, pero de alguna forma a mi me pasa algo parecido; dice así "Porque me duele si me quedo, pero me muero si me voy, por todo y a pesar de todo mi amor yo quiero vivir en vos". 
Buenos aires, ja. me quejo me quejo, pero siempre termino hablando de ella. Acá descubrí todo, acá le di forma a mis deseos, acá me formé y me otorgó las herramientas para salir al mundo. Aprender de la rudeza de la ciudad. Cada vez que pisaba una ciudad nueva, el método comparativo que hemos aplicado tanto en ciencias sociales salía a pasear conmigo. Comparaba mi ciudad y me enorgullecía de algunas cosas, de su gente, de su frescura, de sus calles arboladas, sus empedrados, su accesibilidad. En fin, Buenos Aires siempre ganaba. Sin embargo ahora me pregunto porque no encuentro nada. Psicologos abstenerse, se que él problema lo tengo yo. Lo sé, pero bueno como buena geografa me permito desligarme de mis problemas y traspasarlos al concepto de lugar. Perdonen, en cuanto consiga trabajo buscaré psicólogo. Por ahora y como dicen en Colombia PAILA, nada que hacer.!


Buenos Aires sin un mango es complicada. Y me siento encerrada al no poder salir y ver una montaña. No esta la adrenalina de subir a un micro y saber si vas a llegar bien a destino. No hay platos nuevos en mi mesa, se acabaron los atardeceres mágicos. Durante mi viaje me sorprendía con las historias de la comunidad de viajeros que están hace años dando vueltas como aves de paso. Dude siempre de esa capacidad, pensaba que me resultaba una locura pensar en un viaje tan largo... y hoy sin embargo acá estoy sentada en mi escritorio rodeada de dudas, acostumbrándome a mi neurosis de geografa viajera. Buscando trabajo, sin saber por donde va la cosa. Re-preguntándome en que soy realmente buena... y siempre llego a la misma conclusión: SOY UNA EXCELENTE VIAJERA. nada más, no tengo más capital que ese. Lo disfruto, lo hago con placer, lo hago bien. No hay nada más que me llene tanto como la experiencia del viaje. Quisiera ser una excelente escritora, quisiera ser una documentalista, me encantaría poder dar vueltas intentando construir un relato que de cuenta del verdadero viaje. Pero no soy ninguna de esas cosas. Solo soy una viajera encerrada en una departamento de chacarita, buscando la forma de salir a volar!