viernes, 9 de noviembre de 2012

me pasa por RATONA

Entre mis planes pendientes estaba el temita de mis dientes...
Si señores, soy joven, plena y divina, pero algo desdentada. Estoy falta de dos muelas que se fueron arruinando con el paso de los años y malos dentistas.
Sabía que ambas debían reemplazarse, pero me venía haciendo la zoncita, porque monetariamente no estaba preparada para gastar 5000 pesos en dos dientes (pieza 36 y pieza 37, je). De grande uno ahí recién entiende porque del invento del ratón Peréz, claramente el simpático roedor  vendría a financiarte los dientes postizos que vas a usar en la vejez, lastima que tus padres no ta avisen con tiempo. Porque al final el dinero recibido te lo gastas en chocolates y figuritas,  y ni que hablar de ser niño en Argentina donde la devaluación te deja los ahorros a la miseria. Como mucho con esa plata podes mejorar la calidad de la pasta dental.

La cosa es que a esta edad mis dientes son míos y no le puedo pedir a mis padres que vuelvan a convertirse en ratones de cenicienta. Mis dientes de treintañera me los pago yo.
Conseguí una dentista piola que desde hace unas semana esta usando mi boca de taller mecánico.
 Metódica  y precisa va poco a poco rearmando los pedazos de mis desvensijadas muelas. Ella me jura que me van a  quedar hermosas.. en fin. El martes pasado por sugerencia de una amiga le pregunte si era necesario realizarme la corona provisoria, que según mi amiga, cumple solo la función de sacarte plata. Ante mi pregunta la dentista me mando a la mierda, me dijo que no me queje que era importante, me tiró 3 o 4 explicaciones y seguimos así de lleno con el procedimiento.
Finalizado el turno me sugirió que no coma chicles para que no se salga la muela. Le pagué lo 200 pecitos del procedimiento y me fui con mi muela de mentiritas.

Lo que ella no me dijo es que no coma hielo. Si si si. El calor sofocante de estos días y mi ansiedad hicieron estragos. No solo se me salió la muela, sino que en el desayuno y con la muela despegada  ME LA TRAGUÉ de bruta con el Café con leche.

Me comí 200 pesos LITERALMENTE!

Sin palabras...



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